11 de septiembre de 2019

TRASTORNOS DIGESTIVOS


Cosas que debes saber acerca de los trastornos digestivos


La mayoría de las personas tienen algún problema de digestión a lo largo de la vida.  Acidez, dolor de estómago, distensión y gases son los más comunes.  Algunos trastornos afectan simultáneamente varias partes del aparato digestivo, mientras que otros afectan solo a una parte o un órgano. 

El aparato digestivo está compuesto por el esófago, el estómago, los intestinos delgado y grueso, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.  En un proceso digestivo normal, los alimentos se descomponen en un proceso químico y mecánico para que el cuerpo los pueda absorber y usar como energía.  Los problemas digestivos pueden ser causados por ácido, medicamentos, infecciones, procesos inflamatorios, obstrucciones o alteraciones estructurales de los órganos involucrados.  Cuando un problema digestivo no tiene una enfermedad que la justifique se le considera “funcional”, curiosamente hasta el 25% de las personas mayores de 40 años pueden presentar este tipo de alteraciones.


Los datos de alarma para sospechar problemas en el aparato digestivo comprenden los siguientes síntomas:

Sangrado
Distensión abdominal
Estreñimiento o diarrea de más de 2 días
Acidez gástrica 
Náuseas y vómitos
Dolor abdominal
Reflujo o problemas para deglutir
Aumento o pérdida de peso de manera considerable o abrupta



Las afecciones pueden ir de leves a serias.  Algunos problemas comunes abarcan cáncer, síndrome del intestino irritable e intolerancia a la lactosa.  Otras enfermedades digestivas abarcan:

Cálculos biliares, colecistitis y colangitis
Problemas rectales, como fisura anal, hemorroides, proctitis y el prolapso rectal
Problemas del esófago, como estenosis (o estrechamiento), acalasia y esofagitis
Enfermedad del reflujo gastroesofágico y hernia de hiato
Enfermedad ácido-péptica incluyendo gastritis, úlceras, infección por Helicobacter pylori y cáncer
Problemas hepáticos como las hepatitis,  cirrosis, insuficiencia hepática y problemas autoinmunes
Enfermedades del páncreas incluyendo pancreatitis y seudoquiste pancreático
Problemas intestinales, como pólipos y cáncer, infecciones, celiaquía, enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa (CUCI), diverticulosis, malabsorción, síndrome del intestino corto e isquemia intestinal

Los exámenes para los problemas digestivos pueden abarcar placas de rayos X, ultrasonografía, tomografía, resonancia magnética, endoscopia (panendoscopia/colonoscopia), colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) y estudios de sangre y heces.



Muchos procedimientos quirúrgicos se llevan a cabo en el aparato digestivo ya sean de manera endoscópica o abierta.  Muchos profesionales de salud pueden ayudar a diagnosticar, prevenir y tratar los problemas digestivos.  En ocasiones el manejo debe ser multidisciplinario, incluyendo gastroenterólogos, cirujanos, nutriólogos y psicólogos.  Evita automedicarte y acude a consulta médica profesional.


Conoce la Clínica Digestiva de la Riviera Maya




Somos un equipo multidisciplinario integrado por médicos especialistas, psicólogos y nutriólogos cuyo enfoque inicial eran los trastornos digestivos.  Actualmente contamos con especialistas de otras áreas lo que nos permite brindar una atención integral a nuestros pacientes por lo que podemos considerarnos un centro médico de especialidades.

Nuestros profesionales tienen amplia experiencia en la región y una trayectoria reconocida lo cual permite ofrecer un servicio médico de primer nivel en Playa del Carmen.   La oferta actual incluye: Gastroenterología y Endoscopia, Cirugía General  y Laparoscopia, Neumología, Otorrinolaringología, Medicina Interna, Psicología y Nutrición Clínica y Deportiva.




Nuestro servicio de gastroenterología y cirugía digestiva se encarga de diagnosticar y tratar la mayoría de las enfermedades del tubo digestivo (desde la boca hasta el ano) utilizando los recursos médicos, quirúrgicos y tecnológicos disponibles actualmente incluyendo endoscopia y laparoscopia de alta definición.

La medicina interna es la especialidad que se encarga de las enfermedades del adulto, principalmente aquellas crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, dislipidemia, trastornos autoinmunes o problemas metabólicos.

Psicología y nutrición también van de la mano con nuestras especialidades principales., pudiendo detectar y manejar de forma multidisciplinaria trastornos alimenticios como anorexia, bulimia, obesidad y desnutrición entre otras patologías.

Contamos con la primera clínica de tabaquismo de la zona, llevada en conjunto por Psicología y Neumología. La Neumología es la especialidad que se encarga de diagnosticar y tratar las enfermedades respiratorias desde la tráquea hasta los pulmones, esta especialidad, además de diagnosticar y tratar, se encarga de rehabilitar y prevenir daños a futuro ocasionados por exposiciones a contaminantes ambientales, laborales y domiciliarios.  En nuestras instalaciones se  realizan estudios para el diagnóstico como prueba de caminata de 6 minutos, espirometría (función pulmonar), interpretación de gases arteriales y de estudios de imagen y, en casos necesarios, la realización de procedimiento como la broncoscopía diagnóstica y/o terapéutica.  En cuanto a las vías aéreas superiores, nuestro servicio de otorrinolaringología ofrece servicios de miniendoscopia (nasolaringoscopia), cirugía ambulatoria y procedimientos menores.



Nuestra propuesta de valor se basa en la integridad de nuestros médicos, nuestro compromiso social y la pasión que nos mueve día a día, permitiéndonos ofrecerles un servicio médico de excelencia en el momento que se requiere.  La mayoría de nuestros servicios son previa cita.  Nos encontramos en carretera federal esquina calle 28 norte, primer piso, consultorio 217, colonia Ejidal en Playa del Carmen.  Contáctanos para mayor información al 9841228119, 9841490647 y 9841490915.



29 de mayo de 2018

¿Qué es una hernia?



Una hernia es la salida de un saco, formado por peritoneo, que pasa a través de un agujero o un área de debilidad en la pared abdominal.  En otras palabras, es la protrusión del contenido intraabdominal a través de los orificios (naturales o no) de la pared abdominal.




El tipo de hernia depende de su ubicación:

  • Hernia femoral: es una protuberancia en la parte superior del muslo, justo debajo de la ingle. Este tipo es más común en las mujeres que en los hombres.
  • Hernia hiatal: se presenta en la parte superior del estómago cuando una porción de éste se adentra en el tórax.
  • Hernia quirúrgica o eventración: puede darse a través de una cicatriz si usted ha tenido una cirugía abdominal en el pasado.
  • Hernia umbilical: es una protuberancia alrededor del ombligo. Sucede cuando el músculo alrededor del ombligo no se cierra completamente.
  • Hernia inguinal: es una protuberancia en la ingle. Este tipo es más común en los hombres. Puede bajar hasta el escroto.

Causas

Por lo regular se presentan tras levantar objetos pesados, hacer esfuerzo al usar el baño (pujar) o cualquier actividad que eleve la presión dentro del abdomen. Las hernias pueden estar presentes al nacer, pero es posible que la protuberancia no sea notoria hasta más adelante en la vida. Algunas personas tienen antecedentes familiares de hernias.

Los bebés y los niños pueden desarrollar hernias. Esto sucede cuando hay una debilidad en la pared abdominal. Aproximadamente 5 de cada 100 niños presentan hernias inguinales y son más comunes en los varones. Es posible que algunos niños no presenten síntomas hasta que sean adultos.

Cualquier actividad o problema de salud que incremente la presión en el tejido y los músculos de la pared abdominal puede llevar a una hernia, como:

  • Estreñimiento crónico y pujar (hacer esfuerzo) fuertemente para defecar
  • Tos crónica
  • Fibrosis quística
  • Agrandamiento de la próstata, esfuerzo para orinar
  • Sobrepeso
  • Líquido en el abdomen (ascitis)
  • Levantar objetos pesados
  • Diálisis peritoneal
  • Desnutrición
  • Tabaquismo
  • Esfuerzo excesivo
  • Criptorquidia

Síntomas

Generalmente no hay síntomas. Algunas personas tienen molestia o dolor. La molestia puede ser peor al pararse, hacer esfuerzo o levantar objetos pesados. Tarde o temprano, la queja más común es una protuberancia que es sensible y está creciendo.

Cuando una hernia se agranda, se puede atascar dentro del orificio y perder su riego sanguíneo, lo cual se denomina estrangulación. Los síntomas incluyen náuseas y vómitos y no ser capaz de eliminar gases o tener evacuaciones intestinales. Cuando esto suceda, se necesita una cirugía urgente.




Pruebas y exámenes

El médico generalmente puede ver o sentir la hernia cuando le examina. Le pueden solicitar que tosa, se agache, puje o que levante algo. La hernia puede agrandarse cuando usted hace esto. Es posible que la hernia (protuberancia) no sea fácilmente visible en bebés y niños, excepto cuando están llorando o tosiendo.

Se puede hacer una ecografía o tomografía computarizada para buscar una hernia.

Si hay una obstrucción en el intestino, probablemente se tomará una radiografía del abdomen.

Tratamiento

La cirugía es el único tratamiento con el que se puede reparar una hernia de manera permanente. La operación asegura el tejido debilitado (fascia) y cierra cualquier agujero. La mayoría de las hernias se cierran con parches. Una hernia umbilical que no sane por sí sola cuando un niño tenga 5 años de edad probablemente tendrá que ser reparada quirúrgicamente.





Expectativas (pronóstico)

Es infrecuente que una hernia reaparezca. Las hernias quirúrgicas tienen mayor probabilidad de retornar.

Posibles complicaciones

En raras ocasiones, la reparación de una hernia inguinal puede dañar las estructuras involucradas en el funcionamiento de los testículos de un hombre. Otro riesgo de la cirugía de una hernia es el daño a los nervios, que puede llevar a que se presente insensibilidad en el área de la ingle. Se puede presentar una perforación intestinal o muerte del intestino como consecuencia de una hernia no tratada oportunamente.

Prevención

  • Utilizar técnicas apropiadas para levantar peso.
  • Bajar de peso en caso de sobrepeso.
  • Aliviar o evitar el estreñimiento comiendo mucha fibra, bebiendo mucho líquido, yendo al baño tan pronto se siente ganas y haciendo ejercicio físico regularmente.
  • Los hombres deben acudir al médico si hacen esfuerzo con la micción, ya que esto puede ser un síntoma de un agrandamiento de la próstata.

Consulte con el médico de inmediato si:
  • Tiene una hernia dolorosa y los contenidos no se pueden reintroducir en el abdomen usando presión suave.
  • Presenta náuseas, vómitos o fiebre junto con la hernia dolorosa.
  • Tiene una hernia que se torna de color rojo, púrpura, oscuro o cambia de color.

Colecistitis y otros problemas de la vesícula biliar



En muchas ocasiones hemos escuchado hablar de familiares, amigos o conocidos que refieren haber padecido alguna enfermedad relacionada con la vesícula biliar.  Incluso se han creado mitos alrededor de estas, relacionándolas con enojos, preocupaciones o con la personalidad de las mismas personas.

La vesícula biliar es un saco localizado debajo del hígado que almacena la bilis. Es importante recalcar esto pues el hígado es quien produce la bilis que ayuda a digerir las grasas que consumimos. La vesícula entonces almacena y concentrar la bilis para posteriormente contraerse y expulsarla a través de los conductos biliares hasta el intestino, facilitando la digestión y absorción de las grasas además de favorecer los movimientos intestinales.

Las situaciones que retrasan u obstruyen el flujo normal de la bilis provocan enfermedades de la vesícula biliar. Dicha inflamación puede llegar incluso a producir una infección. Las manifestaciones principales son malestar, dolor y náuseas entre otros síntomas, generalmente asociado a alimentos. Otros síntomas frecuentes son gases, inflamación o distensión abdominal, sudor, escalofríos, vómitos y fiebre. Los síntomas surgen cuando un cálculo biliar bloquea el flujo de bilis desde la vesícula biliar o los conductos biliares.



La mayoría de los casos de obstrucción se debe a la presencia de piedras o cálculos biliares que se forman dentro de la vesícula biliar o en los conductos biliares. El resultado de este bloqueo es la inflamación tanto de la vesícula como del páncreas en los casos más graves. Si el conducto biliar permanece obstaculizado, la bilis no puede drenar y puede desarrollarse ictericia (coloración amarilla en los ojos y piel) así como una infección grave conocida como colangitis. Las personas que presenten estos problemas, deben someterse a un examen médico urgente.

Condiciones como el embarazo facilitan la formación de cálculos biliares debido a un aumento del colesterol en sangre, hemólisis y efectos hormonales que contribuyen, en gran parte, a las dolencias de la vesícula biliar. A su vez, el embarazo condiciona una discinesia vesicular (movimientos irregulares) que al no permitir una contracción eficaz de la vesícula provoca la formación de sedimentos (lodo biliar) o incluso piedras. 

Asimismo, la compresión por el útero genera circunstancias favorables para la formación de piedras vesiculares. Otros factores que también aumentan su predisposición son la diabetes y la obesidad entre otras. La mayoría de los síntomas ceden con dieta y medicamentos específicos, sin embargo esta mejoría es temporal. La resolución del problema se logra al remover mediante una cirugía la vesícula enferma, lo cual generalmente se realiza mediante el uso de un laparoscopio.




Acuda con su médico de confianza para mayor información y para una detección oportuna de problemas vesiculares. Recuerde que una cirugía a tiempo puede ahorrarle dinero y problemas. El Dr. Miguel Angel Rico Hinojosa es médico especialista en Cirugía General certificado ante el Consejo Mexicano de Cirugía General y actualmente labora en la Clínica Digestiva de la Riviera Maya.




Cirugía Digestiva




La cirugía digestiva es una rama de la cirugía general que se ocupa de aquellos pacientes que sufren de una enfermedad del tubo digestivo (órganos dentro del abdomen) y requieren un tratamiento quirúrgico.

El cirujano digestivo se dedica al diagnóstico de las enfermedades del tubo digestivo y por lo tanto incluye auxiliares diagnósticos como la endoscopía, el ultrasonido y los estudios avanzados de imagen y laboratorio. Las enfermedades más frecuentes que maneja esta especialidad son la colelitiasis (cálculos en la vesícula biliar), las hernias y la apendicitis aguda.

Otra gran parte de nuestro trabajo se dedica al diagnóstico y tratamiento de tumores del tubo digestivo y enfermedades benignas del colon (colitis, enfermedad diverticular, hemorroides), entre otras.

Nuestro grupo quirúrgico en cirugía digestiva tiene la experiencia y capacidad de manejar tanto las técnicas de cirugía mínimamente invasivas (laparoscópicas) como las técnicas de cirugía abierta (tradicional), así como el apoyo de un grupo multidisciplinario.

No dude en contactarnos para mayor información.



27 de noviembre de 2014

Adherencias abdominales



Las adherencias abdominales son bandas de tejido cicatrizal que se han formado dentro del abdomen; pueden formarse entre la parte interior de la pared abdominal y el intestino delgado (el epiplón), entre asas de intestino delgado, o entre cualquiera de los órganos abdominales.



Las adherencias abdominales pueden formarse en respuesta a intervención quirúrgica, hemorragia o una enfermedad inflamatoria en el abdomen; son la causa más frecuente de obstrucción intestinal, particularmente en el intestino delgado, porque la adherencia lo envuelve y bloquea una porción del mismo.  En mujeres, pueden formarse sobre los ovarios y las trompas de Falopio, o adherirse a los mismos (adherencias pélvicas), lo que da por resultado obstrucción de las funciones de reproducción, y a menudo conduce a esterilidad. Las adherencias también pueden dar por resultado bloqueo del flujo sanguíneo hacia partes del intestino, lo que se llama estrangulación, que exige tratamiento quirúrgico inmediato.



Las adherencias pueden ser el resultado de endometriosis, úlceras perforadas, apendicitis, o infecciones en las trompas de Falopio. Otras causas de adherencias comprenden radioterapia del abdomen, o una sustancia o un objeto extraño dejado en el abdomen después de intervención quirúrgica. Cualquier traumatismo del abdomen puede dar por resultado adherencias. La formación de estas últimas persiste como una importante complicación luego de operaciones en la parte baja del abdomen y ginecológicas. Aunque un mayor número de estos procedimientos se está efectuando mediante una incisión pequeña y un endoscopio (laparoscopia), la tasa de formación de adherencias no ha disminuido mucho.



Riesgo



Si bien las adherencias abdominales ocurren con mayor frecuencia después de intervención quirúrgica en el abdomen o la pelvis, también pueden formarse en personas en quienes nunca se ha practicado una operación. Se informa que la incidencia de adherencias abdominales varía de 55 a 94% en individuos en quienes se ha realizado intervención quirúrgica abdominal o pélvica.  De manera alternativa, las adherencias abdominales ocurren alrededor de 10% de las veces en sujetos en quienes nunca se ha efectuado una operación.



Diagnóstico



Los individuos por lo general informan intervención quirúrgica previa en el abdomen, en particular si hubo infección.  Los cólicos y el dolor abdominal intenso constituyen los síntomas primarios de adherencias que están causando obstrucción intestinal parcial. También se informa náusea seguida por vómito que puede ocurrir en ondas si la adherencia causa obstrucción intestinal completa.



El examen físico puede revelar una cicatriz quirúrgica. Es posible que se observe distensión del abdomen si ha ocurrido obstrucción intestinal completa. Escuchar el abdomen con un estetoscopio (auscultación) puede revelar ruidos intestinales anormales.



Las radiografías del abdomen pueden revelar obstrucción del intestino delgado. Si el dolor es el único síntoma y no hay datos de obstrucción intestinal, pueden efectuarse muchas otras pruebas.  En algunos enfermos puede resultar útil la evaluación con tomografía o incluso resonancia magnética.  Cuando el diagnóstico es cuestionable, la exploración quirúrgica y la visualización mediante laparoscopia o laparotomía quizá sea la prueba diagnóstica final.
Tratamiento



La liberación quirúrgica de adherencias (adhesiólisis o lisis de adherencias) es el único tratamiento eficaz, pero puede resultar problemático porque la intervención quirúrgica quizá haya sido la causa original de las adherencias. La adhesiólisis de adherencias tanto abdominales como pélvicas a menudo puede efectuarse mediante un endoscopio insertado a través de una pequeña incisión cutánea (laparoscopia).  Sea mediante el laparoscopio o de un procedimiento quirúrgico abierto, las adherencias se cortarán (disección armada), se coagularán con electricidad.


Si una porción del intestino ha quedado privada de riego sanguíneo, tal vez sea necesario extirparla. Esto puede exigir conectar el intestino a la pared abdominal (ostomía), que quizá se pueda volver a conectar al intestino posteriormente.  Se han creado técnicas quirúrgicas más nuevas en las cuales se insertan membranas fabricadas (mallas) de celulosa, politetrafluoroetileno (PTFE) o hialuronato de sodio/carboximetilcelulosa (HA/CMC) entre órganos. Estas reducen la tendencia a que se formen adherencias. La adhesiólisis de adherencias pequeñas en el colon puede realizarse por medio de un endoscopio.

Pronóstico


La extirpación quirúrgica de las adherencias produce buen resultado, con recuperación completa en la mayoría de las personas; sin embargo, en alrededor de 11 a 21% de los afectados volverán a formarse las adherencias semanas a años luego de la intervención quirúrgica.



Complicaciones


Es posible que aparezcan más adherencias después de la intervención quirúrgica efectuada para eliminar las originales.

24 de noviembre de 2014

Endometriosis

La endometriosis es un trastorno crónico del sistema reproductor femenino que ocurre cuando el tejido que normalmente recubre el útero (endometrio) crece fuera de este órgano.

Los sitios frecuentes de endometriosis son los ovarios, las trompas de Falopio, los genitales externos (vulva), los ligamentos que sostienen el útero, el intestino, la vejiga, el cuello uterino y la vagina.  Rara vez, se ha encontrado endometriosis fuera de la pelvis y el abdomen.

La endometriosis responde a las hormonas del ciclo menstrual.  Cada mes, los implantes endometriales crecen y se engruesan, como lo hace el recubrimiento del útero.  Si no ocurre el embarazo, los implantes se desintegran y sangran. Sin embargo, a diferencia del tejido en el útero, el endometrio no tiene forma de salir del cuerpo cuando se desintegra. Queda atrapado, y puede irritar al tejido circunvecino.  El resultado puede ser dolor, inflamación y formación de tejido cicatrizal (adhesiones).

La causa de la endometriosis no está clara, pero una teoría común es la “menstruación retrógrada” en la cual parte de la sangre menstrual fluye en hacia fuera de las trompas de Falopio en lugar de salir por la vagina.  Como consecuencia, las células endometriales que se encuentran en el flujo menstrual pueden fijarse por sí mismas a diferentes sitios.  Otra teoría sugiere posible transporte de las células endometriales por las circulaciones linfática o sanguínea.

Asimismo, algunas pruebas sugieren algunas infecciones pueden estar asociadas al desarrollo de endometriosis.

Cuando una mujer queda embarazada o llega a la menopausia, la endometriosis disminuye, y gran parte del dolor desaparece.  Sin embargo, cualquier tejido cicatrizal persistirá y quizá siga causando dolor aun cuando el ciclo menstrual haya cesado. Es posible que los síntomas empiecen de nuevo después de un embarazo o, rara vez, pueden reactivarse por terapia de reemplazo de hormona luego de la menopausia.

Riesgo

Una mujer cuya madre, hija o hermana presentan endometriosis tiene 10 veces más probabilidades de presentar la enfermedad (Mayo Clinic). Aunque la endometriosis puede afectar a mujeres de cualquier edad o raza que menstrúan, las que han dado a luz quizá tengan menos probabilidades de presentar endometriosis que las que no han dado a luz. Otros factores de riesgo son ascendencia asiática y anormalidades estructurales del útero.

Incidencia y prevalencia

Se desconoce la incidencia exacta de endometriosis, porque el diagnóstico positivo exige intervención quirúrgica. La endometriosis puede afectar a 10 a 15% de las mujeres de 25 a 44 años de edad que menstrúan. También puede afectar a adolescentes.

Se estima que 25 a 50% de las mujeres con problemas de infertilidad tiene endometriosis.

Diagnóstico

Interrogatorio

Es posible que las pacientes no informen síntomas o que reporten varios; los que se informan con mayor frecuencia son dolor pélvico o sangrado menstrual anormal o copioso. La cantidad de dolor no se correlaciona con la extensión de la endometriosis. El dolor intenso en el abdomen o en la región lumbar, o en ambas zonas, puede empezar antes de un periodo menstrual y empeorar hacia el final de un periodo.

Otros síntomas posibles son fatiga, dolor con el coito, diarrea, estreñimiento, defecaciones dolorosas durante el periodo menstrual, sangrado rectal o sangre en la orina sólo durante el periodo menstrual y sangrado irregular o manchado entre los periodos. Puede ocurrir dolor tipo cólico en la parte baja del abdomen en cualquier momento del ciclo. Un crecimiento endometrial grande puede causar sensación de presión en la pelvis.

Examen físico

Un examen pélvico puede detectar los crecimientos endometriales o áreas hipersensibles cuando se palpa el útero. También es posible observar los crecimientos si se localizan en la parte superior de la vagina o en el cuello uterino. Sin embargo, muchas mujeres no tienen datos anormales en el examen físico. La esterilidad inexplicable puede despertar la sospecha de endometriosis.

Pruebas

La laparoscopía, un procedimiento quirúrgico, es el método de uso más frecuente, y preciso, para identificar la endometriosis. El médico inserta un endoscopio pequeño, con luz, en el abdomen a través de una pequeña incisión por debajo del ombligo, e inspecciona visualmente la pelvis y el abdomen. A veces se extrae una pequeña muestra de tejido para examen al microscopio. La laparoscopia puede revelar la localización, la extensión y el tamaño de los crecimientos endometriales y ayudar en las decisiones respecto a tratamiento.

En mujeres que presentan esterilidad y dolor puede vigilarse la concentración de antígeno de cáncer (CA) 125 (una proteína que se encuentra en los órganos pélvicos de pacientes con endometriosis). Las cifras de Ca125 son más altas en endometriosis moderada a grave, y se utilizan tanto para el diagnóstico como para vigilar los efectos de la terapéutica.

Quizá se requieran pruebas adicionales para excluir otros diagnósticos que generan síntomas similares, como una prueba para detectar embarazo por si hubiera gestación ectópica, examen general de orina para infección urinaria, colonoscopia o enema de bario a fin de excluir enfermedad intestinal (como diverticulitis), o ultrasonografía para excluir cáncer de ovario.

Tratamiento

El tratamiento está basado principalmente en la intensidad de los síntomas, la extensión de la enfermedad, la edad de la mujer y su deseo de procreación futura. El tratamiento puede incluir observación cuidadosa, tratamiento médico o quirúrgico, o ambos.

En mujeres sin síntomas o con sólo molestia leve, quizá sólo se requiera observación. No se ha comprobado que el tratamiento temprano evite síntomas tardíos o los disminuya. Los analgésicos pueden resultar útiles.

El tratamiento hormonal para la endometriosis incluye píldoras para el control de la natalidad, dosis altas de otra hormona femenina (progestinas) o un derivado de hormona masculina. La hormonoterapia puede ayudar a detener la diseminación y reducir el dolor por endometriosis al interrumpir el ciclo menstrual. Otra opción de tratamiento es una sustancia sintética parecida a hormona (análogo de GnRH) que interrumpe de manera temporal la producción de estrógeno y produce una menopausia médica. Esta terapéutica con frecuencia reduce los crecimientos endometriales y proporciona alivio importante de los síntomas.

El tratamiento quirúrgico conservador se dirige a aliviar los síntomas de dolor de la endometriosis sin eliminar los órganos de la reproducción. Puede usarse electrocauterio, ultrasonido o láser para eliminar tejido endometrial o destruirlo. A veces, se puede eliminar tejido endometrial durante laparoscopia diagnóstica. Sin embargo, las pacientes con endometriosis moderada a grave quizá requieran intervención quirúrgica abdominal más extensa.

En un estudio con asignación al azar se encontró que la extirpación de la endometriosis, la lisis laparoscópica de adherencias (adhesiólisis), y la eliminación mediante corte (ablación) de los nervios uterosacrales, fueron más eficaces para reducir el dolor que la laparoscopia diagnóstica sola. En el mismo estudio se encontró que, además de reducir el dolor, la lisis laparoscópica de adhesiones puede ayudar a aumentar los índices de fecundidad en mujeres que presentan endometriosis moderada a grave. Si son normales, los ovarios y las trompas de Falopio no se tratan. Aunque los síntomas dolorosos pueden aliviarse mediante intervención quirúrgica, los síntomas por lo general reaparecen.

Sólo se lleva a cabo una intervención quirúrgica más extensa cuando todas las otras opciones han fracasado. Esto puede incluir extirpación del útero (histerectomía) y de ambos ovarios (ooforectomía), y tal vez de las trompas de Falopio (salpingo-ooforectomía bilateral). Aunque estos métodos pueden ayudar a prevenir la recurrencia de endometriosis, también dejan a la mujer incapaz de tener hijos y en un estado de menopausia.

Nuevos tipos de fármacos se encuentran en estudio para el tratamiento de la endometriosis.

Pronóstico

La mayoría de las mujeres obtiene un alivio importante del dolor y aún puede tener hijos. Alrededor de 90% de las mujeres que presentan endometriosis leve a moderada es capaz de quedar embarazada en el transcurso de cinco años (Mayo Clinic). El tratamiento actual ofrece alivio de los síntomas, pero no se dispone de una cura. La endometriosis por lo general recurre después de intervención quirúrgica, aunque el uso de anticonceptivos orales puede lentificar su progresión. Es imposible predecir la evolución de la endometriosis en una mujer.

Complicaciones

La complicación primaria es la alteración de la fecundidad. Pueden formarse adherencias y causar obstrucción intestinal. Los crecimientos en la vejiga, o cerca de ella, pueden interferir con la función urinaria. La sangre que queda atrapada dentro del ovario puede acumularse y causar un tumor no canceroso (endometrioma). El dolor crónico recurrente o la esterilidad pueden llevar a depresión y problemas emocionales. La terapia hormonal suele generar efectos secundarios.

1 de noviembre de 2014

¿Qué es una biopsia?

Una biopsia es un procedimiento que se efectúa para obtener una pequeña muestra de tejido (células) para examinar en un laboratorio.

Casi siempre se realiza para ayudar al médico a hacer un diagnóstico. Por ejemplo, puede examinarse una muestra de un tumor para determinar si es benigno o maligno (canceroso).

También puede obtenerse una biopsia para evaluar la gravedad de una enfermedad o la extensión de la misma (p. ej., una biopsia de hígado o de riñón).

Otra razón frecuente para obtener una biopsia es para valorar la eficacia de ciertos tratamientos médicos; por ejemplo, después de quimioterapia para cáncer, el médico puede obtener biopsia de los tejidos afectados para verificar si se ha destruido el cáncer.

Hay varios métodos para obtener una muestra de biopsia.  Punción con aguja fina y escisional abierta son las más comunes.

Una biopsia por lo general puede obtenerse de manera ambulatoria, salvo que sea muy amplia o haya requerido anestesia general.

Los detalles del procedimiento varían dependiendo del tejido del cual se esté obteniendo biopsia.  El cirujano decidirá si puede extirparse el órgano o la masa tumoral de forma completa entero o tomará sólo una porción de la masa.

Por lo general se espera recuperación completa después de la biopsia sin embargo, al igual que con todas las técnicas quirúrgicas, debe considerarse el riesgo de infección, hemorragia, formación de tejido cicatrizal, y reacción alérgica a la anestesia. La alteración quirúrgica de una neoplasia cancerosa o de una infección localizada (absceso) rara vez causa diseminación de las células cancerosas o de microorganismos infecciosos.

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HERNIA INGUINAL

Una hernia es la protrusión de un órgano o tejido a través de la estructura que por lo general lo contiene.

Las hernias pueden originarse en el abdomen debido a una debilidad en su pared muscular. La pared de la abdomen es relativamente débil en la ingle (donde la parte baja del abdomen se une con el muslo) y, en consecuencia, hay tres tipos de hernias en el abdomen que pueden observarse en esta región: inguinal indirecta, inguinal directa, y femoral.

Las hernias inguinales indirectas ocurren donde el cordón espermático (en varones) o un ligamento fibroso pequeño (en mujeres) corre a través de una abertura en la parte baja de la pared del abdomen (conducto inguinal). Cuando el conducto no se cierra de manera suficientemente apretada alrededor del ligamento o el conducto espermático, la presión aumentada dentro del abdomen, como la que se crea durante actividad extenuante, puede forzarlo a abrirse. Entonces puede formarse un saco herniario que puede contener el epiplón u omento, partes del intestino, o partes de la vejiga urinaria, que sobresale hacia el conducto inguinal o a través del mismo.

Conforme el saco herniario se agranda, puede extenderse hacia el escroto (en varones) o hacia la ingle (en mujeres).

Las hernias inguinales directas pasan directamente a través de la pared del abdomen (en lugar de a través de un conducto) en un área de debilidad muscular. El debilitamiento del abdomen por lo general ocurre por una combinación de envejecimiento y aumento de la presión en el abdomen que puede ser el resultado de tos crónica o esfuerzo.

En una hernia femoral, el saco herniario sobresale en dirección descendente a través de la abertura (conducto femoral) donde los vasos sanguíneos de gran calibre (la arteria y la vena femorales) pasan hacia el muslo. La hernia femoral es un tipo de hernia indirecta.

Cada uno de estos 3 tipos de hernia puede describirse como reducible o incarcerado.

Una hernia reducible es aquélla en la cual el saco herniario se puede empujar de regreso hacia el abdomen mediante manipulación con un dedo. Con una hernia incarcerada, el saco herniario ha quedado atrapado de modo que no se puede empujar de regreso hacia la cavidad abdominal al usar manipulación con un dedo. En este caso, es posible que el riego sanguíneo cese (estrangulación), y el resultado puede ser muerte de tejido (necrosis).

Como se comentó previamente las hernias a menudo ocurren como una complicación relacionada con esfuerzos o al incrementarse la presión dentro del abdomen (hipertrofia prostática, embarazo, tos crónica, estreñimiento, cargar o levantar objetos pesados, etc).

Riesgo

Cualquier estado que aumente el la presión en el abdomen (como obesidad, tos crónica, o esfuerzo crónico) puede fomentar la aparición de una hernia.

La incidencia de hernia inguinal indirecta aumenta entre individuos que están en el sexto decenio de la vida, y después disminuye de manera lenta progresiva durante años posteriores. El padecimiento es mucho más frecuente en varones que en mujeres (Hart).

Las hernias inguinales directas se observan con mayor frecuencia en varones de más de 40 años de edad.

Las hernias femorales rara vez ocurren antes de la edad de la pubertad, y tienen muchas más probabilidades de afectar a mujeres que a varones (Mullins).

Incidencia y prevalencia

Las hernias inguinales comprenden 75% de las hernias en el abdomen; ocurren con frecuencia 25 veces mayor en varones que en mujeres (Mullins).

Diagnóstico

El paciente refiere hinchazón en el área de la ingle. Puede ser indolora, o es posible que se informen molestias con el esfuerzo o la tos. El sujeto podría relacionar el inicio de la tumefacción con un episodio de levantamiento de objetos pesados.

Examen físico

En una hernia inguinal, aparece un abultamiento o tumefacción en el área de la ingle o dentro del saco escrotal. La protuberancia aparecerá en la parte baja del abdomen (cerca del área de la parte alta del muslo) en el caso de una hernia femoral.

Quizás sea posible determinar si la hernia es reducible o está incarcerada mediante manipulación con un dedo. El diagnóstico exacto no se puede confirmar sino hasta el momento de la operación.

Pruebas

Por lo general no se necesitan pruebas en el diagnóstico de hernias inguinales o femorales. Sin embargo, el mejor procedimiento diagnóstico es la ultrasonografía.

Tratamiento

Las hernias inguinales deben repararse porque el riesgo de obstrucción y estrangulación casi siempre es mayor que el riesgo que plantea la intervención quirúrgica.

En presencia de hiperplasia prostática apreciable, es mejor que este padecimiento se trate primero para reducir las complicaciones de retención urinaria e infección de las vías urinarias.

Casi todas las hernias en la región inguinal o femoral son no complicadas y pueden repararse con bloqueo peridural.  Tal vez se requiera una breve estancia en el hospital.

Pronóstico

Una hernia estrangulada puede poner en peligro la vida. El riesgo de estrangulación inguinal es de 2.8% durante los primeros tres meses, y aumenta a 4.5% al cabo de 2 años; el riesgo de estrangulación de hernia femoral es de 22% a los tres meses y de 45% a los dos años (Mullins).

Casi siempre se espera recuperación completa después de reparación quirúrgica de una hernia. La hernia recurre en menos de 3% de las reparaciones (Hart).

La probabilidad de recurrencia depende del tamaño de la hernia y de la gravedad de la misma, el antecedente de una recurrencia, la presencia de factores predisponentes, y la técnica quirúrgica usada para la reparación.

Usar un parche sintético o malla para fortalecer la pared abdominal puede disminuir el riesgo de recurrencia.

Complicaciones

El saco herniario puede quedar atrapado (incarcerado), lo que puede llevar a obstrucción del contenido de alimento intestinal o eliminación del flujo sanguíneo hacia el órgano que de sobresale (estrangulación). Este problema es más frecuente en las hernias indirectas y femorales porque pasan a través de un anillo de tejido muscular (anillo herniario) que comprende el conducto inguinal o femoral. La estrangulación es una urgencia médica, y se requiere intervención quirúrgica inmediata para prevenir muerte de tejido (necrosis) dentro del tejido atrapado. La recurrencia de la hernia es otra complicación posible.

Recuperación/Pronóstico

Usualmente la reparación quirúrgica es ambulatoria, teniendo que permanecer en el hospital un promedio menor a 24 horas.  Posterior al alta hospitalaria se revisará y retirarán los puntos entre el 7o y 10o días del  posoperatorio.

Las situaciones que pueden entorpecer la recuperación son:  Infecciones, sangrado, rechazo de malla, colecciones o dolor neuropático o crónico.

El paciente puede regresar a sus actividades posterior al retiro de puntos.  En ocasiones se sugiere utilizar una faja o suspensorio.  El ejercicio puede retomarse entre 6-8 semanas posteriores a la cirugía.

NO DUDE EN CONTACTARME SI REQUIERE INFORMACIÓN ADICIONAL.

HERNIA UMBILICAL

Definición.

Una hernia umbilical describe una protrusión alrededor del ombligo que puede contener parte del intestino, o la membrana adiposa que se encuentra dentro del abdomen (epiplón u omento), o ambos.

Las hernias a menudo sobresalen a través de zonas débiles; el área umbilical es una de esas áreas. Es ahí donde los vasos sanguíneos de la madre proporcionan al feto nutrientes y donde, después del nacimiento, esos vasos se desprenden, y dejan el ombligo como su recordatorio de por vida. Las hernias umbilicales en bebés por lo general se cierran espontáneamente hacia los cuatro años de edad.

Una hernia umbilical por lo general ocurre cuando el tejido conectivo (aponeurosis) de la pared del abdomen se debilita alrededor del área del ombligo (esto es, la hernia es adquirida, no congénita). El debilitamiento ocurre durante un periodo de años hasta que el contenido del abdomen sobresale en forma de un saco, y se forma un abultamiento alrededor del ombligo.

Una hernia umbilical recién formada por lo general es pequeña y sólo contiene el epiplón adiposo, sin embargo, conforme crece la hernia más contenido del abdomen se involucra.

En un adulto, la acumulación interna de presión contra la pared del abdomen puede contribuir a la formación de hernia umbilical. Una hernia puede formarse después de trabajo de parto prolongado, en especial luego de múltiples embarazos. También puede ser el resultado de la acumulación de líquidos en el abdomen (ascitis) por causas como enfermedad cardiovascular, hepática o renal; por tumores abdominales grandes; por obesidad extrema, o por bronquitis o asma.

Las hernias umbilicales en adultos tienden a quedar atascadas (incarceradas), lo que estrangula el contenido intestinal y exige intervención quirúrgica urgente. Por ende, se recomienda que la hernia se repare tan pronto como sea posible después de que se descubra.

Riesgo.

los individuos obesos tienen riesgo importante de presentar hernia umbilical debido al aumento de la presión intraabdominal.

Cualquier acción que aumente la presión en la cavidad abdominal, como toser, vomitar, levantar objetos pesados, o hacer esfuerzo al defecar, también incrementa el riesgo.

Las hernias umbilicales son más frecuentes en mujeres que en varones y pueden ocurrir a cualquier edad.

Interrogatorio.

Los individuos con una hernia umbilical refieren una protrusión por arriba o por abajo del ombligo, que se expande al toser (impulso expansivo de la tos) o al hacer esfuerzo con el abdomen. Es posible que no haya dolor relacionado, aunque con cierta frecuencia hay dolor en el área del abultamiento al toser o al hacer esfuerzo.

Examen físico.

Una hernia umbilical se identifica por un abultamiento o una debilidad por arriba del ombligo o por debajo del mismo. Es posible que haya alteraciones del color de la piel que cubre la hernia. La extensión de la hernia por lo general puede sentirse con la mano (palpación), y puede ser pequeña o grande. En general, la masa que sobresale a través del sitio de incisión no se puede regresar hacia la cavidad abdominal con un dedo (es irreducible).

Pruebas y estudios complementarios.

El diagnóstico no plantea dificultades y, por lo general, no se necesitan pruebas.  En casos especiales pueden usarse tomografía computarizada, ultrasonografía, o radiografías auxiliadas con medio de contraste para visualizar la naturaleza del contenido herniado.

Tratamiento.

Cuando una hernia umbilical pequeña se empuja con facilidad de regreso hacia el abdomen (reducible) en un adulto de peso normal, se puede realizar la operación de manera ambulatoria.

Las hernias umbilicales grandes por lo general se tratan mejor con intervención quirúrgica (procedimiento de Mayo) aunque en ocasiones será necesario incorporar una prótesis o malla de polipropileno para proporcionar apoyo y mantener dentro del abdomen el saco herniado. Las hernias umbilicales muy grandes son frecuentes en individuos en extremo obesos, y quizá sea necesario extirpar grandes porciones de grasa (lipectomía) para reparar la hernia.

Pronóstico

Por lo general se recomienda reparación quirúrgica. Más de 90% de los individuos saludables tratados quirúrgicamente con reparación con red pueden egresar del hospital el mismo día de la operación.

Las complicaciones de una hernia umbilical no operada pueden incluir incarceración del saco herniado y su contenido. En consecuencia, puede suspenderse el flujo de sangre hacia el tejido (estrangulación), y el tejido puede necrosarse. Hay dolor, vómito, estreñimiento completo e incluso choque. Esta condición es una urgencia médica.

Otras complicaciones posibles de la hernia umbilical comprenden rotura del saco herniario, ascitis, infección, distensión del abdomen, neumonía, acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar), alteraciones del color de la piel debido a disfunción hepática (ictericia), sangrado (hemorragia) intestinal, y problemas de los riñones (renales).

Posoperatorio.

Deben esperarse restricciones sobre levantamiento de objetos y actividad física extenuante durante varias semanas después de la reparación quirúrgica de hernia umbilical.

Después de la recuperación, el individuo por lo general puede regresar al trabajo en su capacidad completa, sin minusvalidez. Rara vez (menos del 5%), una hernia umbilical recurrirá después de reparación quirúrgica aunque siempre hay que avisar al médico si hay una enfermedad coexistente, como obesidad grave, diabetes o cáncer, que pueda complicar el tratamiento o afectar la recuperación.

Incapacidad laboral.

Los factores que pueden influir sobre la duración de la incapacidad comprenden la gravedad de la hernia, el procedimiento quirúrgico usado como tratamiento, la presencia de complicaciones y la naturaleza de las mismas, y los requerimientos laborales.

Los sujetos de edad más avanzada (mayor que 35 años de edad) tienden a tener un periodo de incapacidad más prolongado.

30 de octubre de 2014

Cirugía General y Digestiva


La cirugía digestiva es una rama de la cirugía general que se ocupa de aquellos pacientes que sufren de una enfermedad del tubo digestivo (órganos dentro del abdomen) y requieren un tratamiento quirúrgico.

11 de diciembre de 2013

COLECISTECTOMÍA LAPAROSCÓPICA (INFORMACIÓN PARA PACIENTES)



COLECISTECTOMÍA LAPAROSCÓPICA (INFORMACIÓN PARA PACIENTES)

La extracción de la vesícula biliar es una de las cirugías más frecuentes. En el pasado, cuando un cirujano recomendaba una operación de la vesícula biliar, era necesaria una gran incisión y consecuentemente había mucho dolor después de la cirugía. Estos pacientes requerían permanecer en el hospital casi durante una semana y no regresaron a sus actividades normales hasta seis semanas después.


Es normal que al saber esto Usted esté preocupado. Quizás Usted no puede darse el lujo de estar ausente de su trabajo, y obviamente debe estar preocupado de no estar totalmente funcional en el hogar por un mes o más. Actualmente existe una técnica con grandes ventajas llamada laparoscopía y el nombre médico de este procedimiento es Colecistectomía Laparoscópica.

Las ventajas más evidentes son:

  • En vez de una incisión de 15 - 20 cm la operación requiere solamente tres o cuatro pequeñas heridas en el abdomen.
  • El paciente usualmente tiene mínimo dolor postoperatorio
  • El paciente usualmente experimenta una recuperación más rápida
  • La mayoría de los pacientes regresan a su hogar en las primeras 24-48 horas y disfrutan un rápido retorno a las actividades normales.

PERO ¿QUÉ ES LA VESÍCULA BILIAR?

  • La vesícula biliar es un órgano en forma de pera que descansa debajo del hígado.
  • Su función principal es la colección y concentración de bilis (la cual se produce en el hígado).
  • La bilis es liberada por la vesícula después de comer, ayudando a la digestión.
  • La bilis viaja a través de los conductos biliares hacia el intestino delgado.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LOS PROBLEMAS DE LA VESÍCULA?

Los problemas de la vesícula biliar son usualmente causados por la presencia de cálculos, los cuales son pequeñas piedras compuestos principalmente de colesterol y sales biliares, que se forman en la vesícula o en la vía biliar.

  • No se sabe porque algunas personas forman cálculos.
  • No se conoce alguna medida para prevenir los cálculos.
  • Estos cálculos pueden obstruir la salida de la bilis de la vesícula, causando su inflamación y produciendo dolor abdominal agudo, vómito, indigestión y, ocasionalmente, fiebre.
  • Si el cálculo obstruye el colédoco, se puede producir ictericia (color amarillo en la piel).


¿CÓMO SE ENCUENTRAN Y TRATAN ESTOS PROBLEMAS?

Después de que el paciente tiene síntomas...

  • El ultrasonido (ecografía) es el método más usado para encontrar los cálculos.
  • En pocos casos más complejos, otros exámenes pueden ser usados para evaluar la vesícula.
  • Los cálculos no son expulsados por sí mismos. Algunos pueden ser manejados temporalmente con medicamentos o dietas especiales. Estos tratamientos tienen baja tasa de éxito y los síntomas continuarán hasta que la vesícula se extraiga.
  • La extracción quirúrgica de la vesícula biliar es el tratamiento más seguro y reconocido a través del tiempo para las enfermedades de la vesícula biliar.

¿QUÉ PREPARACIÓN ES REQUERIDA?

  • Antes de la cirugía, se requieren mínimo 8 horas de ayuno.
  • Usted debe bañarse la noche anterior o en la mañana de la cirugía.
  • Si usted padece estreñimiento o constipación consulte con su cirujano sobre las ventajas o no de realizar un enema o alguna preparación similar.
  • Algún examen preparatorio puede ser requerido de acuerdo a su condición médica.
  • Si toma alguna medicación diariamente, discuta con su cirujano si él desea que tome alguna medicación en la mañana.
  • Si usted toma aspirina, anticoagulantes o alguna otra medicación DEBE informarlo a su cirujano pues en ocasiones es necesario suspender estos medicamentos previo a la cirugía.

¿CÓMO SE REALIZA LA EXTRACCIÓN LAPAROSCÓPICA DE LA VESÍCULA BILIAR?

  • Bajo anestesia general. El paciente va estar dormido durante la cirugía.
  • Mediante una cámara y un lente especial (laparoscopio) a través del ombligo se realizará la cirugía asistida por video, lo cual le dará al cirujano una imagen clara y magnificada de los órganos.
  • Utilizando unos instrumentos especialmente diseñados se separará delicadamente la vesícula de sus adherencias y se extraerá a través de una de las incisiones.
  • Si el cirujano encuentra uno o más cálculos en el colédoco (conducto biliar), se pueden extraer usando un endoscopio especial o bien se puede decidir extraerlos después usando otro procedimiento mínimamente invasivo. En algunos casos será necesario convertir a una cirugía abierta con el objeto de extraer todos los cálculos.
  • Después de que el cirujano ha extraído la vesícula, las pequeñas incisiones son cerradas con puntos de sutura.

¿QUÉ OCURRE SI LA CIRUGÍA NO SE PUEDE REALIZAR POR MEDIO DE LA LAPAROSCOPÍA?

En un número pequeño de pacientes no es posible completar la cirugía mediante el método laparoscópico ya sea por la incapacidad de visualizar o manejar las diferentes estructuras o cuando el cirujano decide que es más seguro convertir la cirugía laparoscópica a cirugía abierta.

Esto no debe ser considerado una complicación. Esta decisión significa buen juicio quirúrgico.
Algunos factores que aumentan el riesgo de conversión a cirugía abierta incluyen la obesidad, antecedentes de cirugías abdominales previas que causan cicatrices densas o sangrado durante la cirugía.

La decisión de ejecutar un procedimiento abierto es una decisión de juicio realizada por su cirujano antes o durante la cirugía. La decisión de convertir a cualquier procedimiento abierto es basada estrictamente en la seguridad del paciente.


¿CUÁNTO TIEMPO PERMANECERÁ EN EL HOSPITAL?

  • La mayoría de los pacientes regresan a su hogar en las primeras 24-48 horas después de la cirugía.
  • La mayoría de los pacientes pueden regresar a trabajar después de siete días de haber realizado el procedimiento laparoscópico.

¿ES SEGURA LA OPERACIÓN?

Numerosos estudios médicos muestran que la tasa de complicaciones de la cirugía laparoscópica de vesícula es comparable a la tasa de complicaciones de la cirugía tradicional de la vesícula cuando se realiza por un cirujano adecuadamente entrenado.


¿EXISTEN RIESGOS?

Existen riesgos como en cualquier clase de operación. La gran mayoría de los pacientes de colecistectomía laparoscópica no experimentan complicaciones y rápidamente retornan a sus
actividades normales.

Es importante recordar que antes de sufrir cualquier tipo de cirugía (bien sea laparoscópica o abierta) usted debe preguntar a su cirujano a cerca de su experiencia y deberá conocer los riesgos, beneficios y posibles complicaciones que puedan presentarse.

Las complicaciones más frecuentes pueden incluir sangrado, infección, neumonía, trombosis, problemas cardiacos y fuga biliar con o sin sección de conductos.


¿QUÉ OCURRE DESPUÉS DE LA CIRUGÍA DE LA VIA BILIAR?


  • Debe considerar que la extracción de la vesícula biliar es una cirugía abdominal mayor.
  • Puede haber dolor.
  • Puede haber náusea y/o vómito.
  • Puede requerir una dieta especial de 8 a 12 semanas.
  • El caminar es aconsejado.
  • Los pacientes pueden retirarse sus vendajes y bañarse al día siguiente de la cirugía.
  • Los pacientes probablemente serán capaces de regresar a sus actividades normales incluyendo conducir su automóvil, subir escaleras, levantar objetos livianos y trabajar.
  • La presencia de fiebre, color amarillo en los ojos o la piel, empeoramiento del dolor abdominal, distensión, nausea y vómito persistente, o drenaje por alguna de las heridas son indicaciones de que alguna complicación puede haber ocurrido. Usted debe contactar a su cirujano en estas circunstancias.
SAGES 2013