29 de mayo de 2018

Colecistitis y otros problemas de la vesícula biliar



En muchas ocasiones hemos escuchado hablar de familiares, amigos o conocidos que refieren haber padecido alguna enfermedad relacionada con la vesícula biliar.  Incluso se han creado mitos alrededor de estas, relacionándolas con enojos, preocupaciones o con la personalidad de las mismas personas.

La vesícula biliar es un saco localizado debajo del hígado que almacena la bilis. Es importante recalcar esto pues el hígado es quien produce la bilis que ayuda a digerir las grasas que consumimos. La vesícula entonces almacena y concentrar la bilis para posteriormente contraerse y expulsarla a través de los conductos biliares hasta el intestino, facilitando la digestión y absorción de las grasas además de favorecer los movimientos intestinales.

Las situaciones que retrasan u obstruyen el flujo normal de la bilis provocan enfermedades de la vesícula biliar. Dicha inflamación puede llegar incluso a producir una infección. Las manifestaciones principales son malestar, dolor y náuseas entre otros síntomas, generalmente asociado a alimentos. Otros síntomas frecuentes son gases, inflamación o distensión abdominal, sudor, escalofríos, vómitos y fiebre. Los síntomas surgen cuando un cálculo biliar bloquea el flujo de bilis desde la vesícula biliar o los conductos biliares.



La mayoría de los casos de obstrucción se debe a la presencia de piedras o cálculos biliares que se forman dentro de la vesícula biliar o en los conductos biliares. El resultado de este bloqueo es la inflamación tanto de la vesícula como del páncreas en los casos más graves. Si el conducto biliar permanece obstaculizado, la bilis no puede drenar y puede desarrollarse ictericia (coloración amarilla en los ojos y piel) así como una infección grave conocida como colangitis. Las personas que presenten estos problemas, deben someterse a un examen médico urgente.

Condiciones como el embarazo facilitan la formación de cálculos biliares debido a un aumento del colesterol en sangre, hemólisis y efectos hormonales que contribuyen, en gran parte, a las dolencias de la vesícula biliar. A su vez, el embarazo condiciona una discinesia vesicular (movimientos irregulares) que al no permitir una contracción eficaz de la vesícula provoca la formación de sedimentos (lodo biliar) o incluso piedras. 

Asimismo, la compresión por el útero genera circunstancias favorables para la formación de piedras vesiculares. Otros factores que también aumentan su predisposición son la diabetes y la obesidad entre otras. La mayoría de los síntomas ceden con dieta y medicamentos específicos, sin embargo esta mejoría es temporal. La resolución del problema se logra al remover mediante una cirugía la vesícula enferma, lo cual generalmente se realiza mediante el uso de un laparoscopio.




Acuda con su médico de confianza para mayor información y para una detección oportuna de problemas vesiculares. Recuerde que una cirugía a tiempo puede ahorrarle dinero y problemas. El Dr. Miguel Angel Rico Hinojosa es médico especialista en Cirugía General certificado ante el Consejo Mexicano de Cirugía General y actualmente labora en la Clínica Digestiva de la Riviera Maya.