21 de diciembre de 2011

ENFERMEDAD HEMORROIDAL

Seguramente muchos hemos oído hablar de las famosas hemorroides, incluso un maestro comentaba de manera cómica que sólo hay dos tipos de personas: las que tienen hemorroides y las que lo negamos.

Las hemorroides son venas inflamadas que se localizan en el anorrecto y que popularmente también se conocen como almorranas. Anatómicamente son cojinetes de tejido submucoso que contienen vénulas y arteriolas del conducto anal. Normalmente son tres (lateral izquierda, lateral derecha y media posterior).

A menudo estos problemas inflamatorios son consecuencia del esfuerzo para evacuar, aunque pueden ser causadas por otros factores como el embarazo, el envejecimiento, el estreñimiento crónico y/o la diarrea. El principal síntoma de las hemorroides es dolor alrededor del ano y sangre presente en la materia fecal o en el papel sanitario. Incluso el sangrado puede ser importante y observarse directamente en el inodoro. El tratamiento suele ser médico y reservarse la cirugía en los casos de sangrado importante, dolor incapacitante y falta de respuesta al tratamiento. Las hemorroides patológicas se dividen en internas, externas y mixtas y se logran clasificar en cuatro grados:

I.Submucosas, con sangrado escaso y sin protrusión
II.Sobresalen al defecar pero se retraen con el cese del esfuerzo.  Sangrado leve a moderado.
III.Verdadero prolapso hemorroidal, con sangrado activo.  Pueden reintroducirse manualmente.
IV.Prolapso

Las hemorroides también pueden trombosarse, provocando una masa palpable que puede acompañarse de hemorragia, protrusión, quemazón, comezón, dolor y descarga mucosa. Las causas comúnmente asociadas a la formación de problemas hemorroidales incluyen factores hereditarios, estreñimiento, diarrea, estar de pie o sentado durante mucho tiempo, embarazo, hipertensión portal, obesidad, abuso de laxantes, y factores nutricionales. Es importante recalcar que aunque la causa más frecuente de sangrado por el ano es de origen hemorroidal, existen otras condiciones como fisuras, pólipos, enfermedades inflamatorias y tumores que pueden ameritar estudios adicionales e incluso cirugía.

El diagnóstico de este tipo de lesiones se realiza mediante un examen clínico. El tratamiento incluye cremas de venta libre para ayudar a disminuir el dolor y la hinchazón y ablandadores de heces. Baños de asiento para reducir la comezón, utilizar ropa interior de algodón, evitar el papel higiénico y usar toallitas húmedas (como las de los bebés) para el aseo posterior a la defecación. Si esto no funciona su médico le indicará que medicamentos podrán ayudarle a mejorar los síntomas y su calidad de vida. La cirugía que se puede hacer para tratar las hemorroides que no responden al tratamiento convencional. Es importante recalcar que además del tratamiento recomendado por el médico deben llevarse a cabo ciertos cuidados para evitar dolor y/o molestas complicaciones. Se puede esperar una completa recuperación en dos semanas.