1 de noviembre de 2014

HERNIA INGUINAL

Una hernia es la protrusión de un órgano o tejido a través de la estructura que por lo general lo contiene.

Las hernias pueden originarse en el abdomen debido a una debilidad en su pared muscular. La pared de la abdomen es relativamente débil en la ingle (donde la parte baja del abdomen se une con el muslo) y, en consecuencia, hay tres tipos de hernias en el abdomen que pueden observarse en esta región: inguinal indirecta, inguinal directa, y femoral.

Las hernias inguinales indirectas ocurren donde el cordón espermático (en varones) o un ligamento fibroso pequeño (en mujeres) corre a través de una abertura en la parte baja de la pared del abdomen (conducto inguinal). Cuando el conducto no se cierra de manera suficientemente apretada alrededor del ligamento o el conducto espermático, la presión aumentada dentro del abdomen, como la que se crea durante actividad extenuante, puede forzarlo a abrirse. Entonces puede formarse un saco herniario que puede contener el epiplón u omento, partes del intestino, o partes de la vejiga urinaria, que sobresale hacia el conducto inguinal o a través del mismo.

Conforme el saco herniario se agranda, puede extenderse hacia el escroto (en varones) o hacia la ingle (en mujeres).

Las hernias inguinales directas pasan directamente a través de la pared del abdomen (en lugar de a través de un conducto) en un área de debilidad muscular. El debilitamiento del abdomen por lo general ocurre por una combinación de envejecimiento y aumento de la presión en el abdomen que puede ser el resultado de tos crónica o esfuerzo.

En una hernia femoral, el saco herniario sobresale en dirección descendente a través de la abertura (conducto femoral) donde los vasos sanguíneos de gran calibre (la arteria y la vena femorales) pasan hacia el muslo. La hernia femoral es un tipo de hernia indirecta.

Cada uno de estos 3 tipos de hernia puede describirse como reducible o incarcerado.

Una hernia reducible es aquélla en la cual el saco herniario se puede empujar de regreso hacia el abdomen mediante manipulación con un dedo. Con una hernia incarcerada, el saco herniario ha quedado atrapado de modo que no se puede empujar de regreso hacia la cavidad abdominal al usar manipulación con un dedo. En este caso, es posible que el riego sanguíneo cese (estrangulación), y el resultado puede ser muerte de tejido (necrosis).

Como se comentó previamente las hernias a menudo ocurren como una complicación relacionada con esfuerzos o al incrementarse la presión dentro del abdomen (hipertrofia prostática, embarazo, tos crónica, estreñimiento, cargar o levantar objetos pesados, etc).

Riesgo

Cualquier estado que aumente el la presión en el abdomen (como obesidad, tos crónica, o esfuerzo crónico) puede fomentar la aparición de una hernia.

La incidencia de hernia inguinal indirecta aumenta entre individuos que están en el sexto decenio de la vida, y después disminuye de manera lenta progresiva durante años posteriores. El padecimiento es mucho más frecuente en varones que en mujeres (Hart).

Las hernias inguinales directas se observan con mayor frecuencia en varones de más de 40 años de edad.

Las hernias femorales rara vez ocurren antes de la edad de la pubertad, y tienen muchas más probabilidades de afectar a mujeres que a varones (Mullins).

Incidencia y prevalencia

Las hernias inguinales comprenden 75% de las hernias en el abdomen; ocurren con frecuencia 25 veces mayor en varones que en mujeres (Mullins).

Diagnóstico

El paciente refiere hinchazón en el área de la ingle. Puede ser indolora, o es posible que se informen molestias con el esfuerzo o la tos. El sujeto podría relacionar el inicio de la tumefacción con un episodio de levantamiento de objetos pesados.

Examen físico

En una hernia inguinal, aparece un abultamiento o tumefacción en el área de la ingle o dentro del saco escrotal. La protuberancia aparecerá en la parte baja del abdomen (cerca del área de la parte alta del muslo) en el caso de una hernia femoral.

Quizás sea posible determinar si la hernia es reducible o está incarcerada mediante manipulación con un dedo. El diagnóstico exacto no se puede confirmar sino hasta el momento de la operación.

Pruebas

Por lo general no se necesitan pruebas en el diagnóstico de hernias inguinales o femorales. Sin embargo, el mejor procedimiento diagnóstico es la ultrasonografía.

Tratamiento

Las hernias inguinales deben repararse porque el riesgo de obstrucción y estrangulación casi siempre es mayor que el riesgo que plantea la intervención quirúrgica.

En presencia de hiperplasia prostática apreciable, es mejor que este padecimiento se trate primero para reducir las complicaciones de retención urinaria e infección de las vías urinarias.

Casi todas las hernias en la región inguinal o femoral son no complicadas y pueden repararse con bloqueo peridural.  Tal vez se requiera una breve estancia en el hospital.

Pronóstico

Una hernia estrangulada puede poner en peligro la vida. El riesgo de estrangulación inguinal es de 2.8% durante los primeros tres meses, y aumenta a 4.5% al cabo de 2 años; el riesgo de estrangulación de hernia femoral es de 22% a los tres meses y de 45% a los dos años (Mullins).

Casi siempre se espera recuperación completa después de reparación quirúrgica de una hernia. La hernia recurre en menos de 3% de las reparaciones (Hart).

La probabilidad de recurrencia depende del tamaño de la hernia y de la gravedad de la misma, el antecedente de una recurrencia, la presencia de factores predisponentes, y la técnica quirúrgica usada para la reparación.

Usar un parche sintético o malla para fortalecer la pared abdominal puede disminuir el riesgo de recurrencia.

Complicaciones

El saco herniario puede quedar atrapado (incarcerado), lo que puede llevar a obstrucción del contenido de alimento intestinal o eliminación del flujo sanguíneo hacia el órgano que de sobresale (estrangulación). Este problema es más frecuente en las hernias indirectas y femorales porque pasan a través de un anillo de tejido muscular (anillo herniario) que comprende el conducto inguinal o femoral. La estrangulación es una urgencia médica, y se requiere intervención quirúrgica inmediata para prevenir muerte de tejido (necrosis) dentro del tejido atrapado. La recurrencia de la hernia es otra complicación posible.

Recuperación/Pronóstico

Usualmente la reparación quirúrgica es ambulatoria, teniendo que permanecer en el hospital un promedio menor a 24 horas.  Posterior al alta hospitalaria se revisará y retirarán los puntos entre el 7o y 10o días del  posoperatorio.

Las situaciones que pueden entorpecer la recuperación son:  Infecciones, sangrado, rechazo de malla, colecciones o dolor neuropático o crónico.

El paciente puede regresar a sus actividades posterior al retiro de puntos.  En ocasiones se sugiere utilizar una faja o suspensorio.  El ejercicio puede retomarse entre 6-8 semanas posteriores a la cirugía.

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